Los metales tóxicos a cualquier nivel de exposición crónica afectan la bioquímica del cuerpo.
El cuerpo tiene mecanismos de transformación, eliminación y compartimentalización de muchos químicos tóxicos a lo largo de la vida. Estos mecanismos pueden no ser adecuados en poblaciones de riesgo como los adultos mayores, las personas que no se alimentan bien (déficits nutricionales) y aquellos bajo estrés emocional.
Algunos metales pesados y sus afecciones:
La exposición a sustancias tóxicas ambientales durante los primeros periodos sensibles del desarrollo neurológico puede provocar alteraciones en los patrones normales de desarrollo y una función alterada del neurotransmisores.
Varios tóxicos ambientales, incluidos el mercurio, el plomo, el arsénico, los bifenilos policlorados y el tolueno, pueden causar trastorno del desarrollo neurológico, como el autismo, la parálisis cerebral, el TDAH y el retraso mental.
Esto puede deberse a que el cerebro en desarrollo es mas susceptible a las lesiones por sustancias toxicas que el cerebro adulto.
No hay una comprensión completa de los mecanismos de acción de los metales pesados en el desarrollo neurológico fetal e infantil. Debido a sus características químicas similares y coexistencia en los organismos, es difícil la distinción entre sus efectos tóxicos en los estudios epidemiológicos humanos.
Metales presentes en el medio ambiente
El agua de lluvia arrastra hacia el mar los desechos industriales
Los niveles de plomo y mercurio han aumentado 200 % en el océano desde la revolución industrial
La mano del hombre a generado nuevos compuestos metálicos que no se presentan en la naturaleza
Estos metales se depositan en las plantas y animales , siendo incorporados a la comida de ser humano.
Efectos nocivos ante la exposición prolongada
Trastorno de médula ósea
Leucopenia
Anemia normocrómica
Pigmentación dérmica
Síntomas neurológicos
Polineuritis
Disfunción hepática
Insuficiencia renal
Cáncer de piel
Cáncer respiratorio
Más de diez millones de productos con los que convivimos diariamente contienen sustancias químicas: aún no conocemos la toxicidad de la mayoría de ellos, muchos son identificados como neurotóxicos con efectos por exposición crónica a muy bajas dosis, tan bajas que a veces son difíciles de detectar en el ambiente.
El problema es que los niños son muy vulnerables a los tóxicos desde su concepción (generalmente las dosis de exposición tóxica se calculan para adultos de 70 kg), tienen menor habilidad detoxificante, ingieren más agua y alimento, y consumen más aire en relación con su peso corporal que un adulto, juegan en el suelo, alfombras o en el pasto que son reservorios de polvo o plaguicidas y habitan en edificios públicos (escuelas) que son frecuentemente tratados con insecticidas
En este video los habitantes del Llano del Beal también se verán perjudicados por la previsión de lluvias. Denuncian que las aguas de la rambla de Mendoza pasaran por la población colándose en las casas y el colegio. Cauces que arrastraran sales cargadas de plomo, arsénico, zinc y otros metales pesados que afectarán gravemente a la salud de sus habitantes.
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